La Enfermedad de Alzheimer se desarrolla en diversas fases de progresión; cada fase viene determinada por cambios patológicos en la conducta normal del individuo; las alteraciones no son constantes ni aisladas, sino que suelen aparecer combinadas; se puede presentar de modo independiente e intermitente y solapando las diferentes fases.

De forma característica la EA se inicia con una alteración de la memoria episódica con ulterior afectación de otras funciones cognitivas como el lenguaje, funciones ejecutivas, praxias y funciones visuoespaciales/visuoperceptivas, siguiendo un patrón degenerativo.

La EA es heterogénea y en ocasiones, el cuadro clínico no sigue el patrón clásico sino que se inicia por lo que se denominan formas focales o atípicas de la EA. Las edades de inicio son muy distintas, hay diversos síntomas de inicio, y la evolución es diferente.

  • EA Prodrómica: es la fase sintomática pre-demencia que se caracteriza por la presencia de síntomas que no son lo suficientemente graves como para cumplir los criterios diagnósticos actuales de EA (una Enfermedad de Alzheimer en la que aún no apareció la demencia). Hay alteración de la Memoria Episódica objetiva, con leve alteración de AVD o nula, junto con la presencia de un marcador biológico anormal.
  • Demencia leve: déficit cognitivos. Inicialmente se produce pérdida de memoria reciente (incapacidad para adquirir nueva información y olvido de detalles de hechos recientes), memoria remota levemente alterada, desorientación espacial y temporal, déficit de la función ejecutiva (realización de tareas en las que son necesarios múltiples pasos como llevar cuentas o preparar comidas) que conllevan desadaptación sociolaboral, cambios en la personalidad o aumento de irritabilidad, tristeza. Buena autonomía funcional. La persona es consciente.
  • Demencia moderada: déficit cognitivos (pierde fluidez en el lenguaje, pérdida de memoria severa) y pérdida de independencia (tiene dificultades para vestirse y necesita ayuda constante para realizar hechos cotidianos asearse, cocinar, comer, manejar dinero, etc.), los síntomas conductuales que suelen presentar son ansiedad, angustia, agresividad o depresión, alteraciones del sueño…
  • Demencia avanzada: dependencia absoluta de cuidados, la incapacidad es ya profunda y no puede valerse por sí sola, alteraciones motoras, incapacidad para la deambulación que obligan a permanecer encamado de forma permanente. Disfagia y un progresivo deterioro hacia un estado vegetativo. Su personalidad experimenta alteraciones irreversibles, deja de hablar o habla con monosílabos, no reconoce amigos y familiares, suele presentar incontinencia urinaria y fecal, aumenta la rigidez muscular y posturas en flexión.

La muerte ocurre por neumonía por aspiración, sepsis por infección urinaria, por infección de úlceras de decúbito, por inanición o por patología independiente relacionada con la edad (por ejemplo ACV).

 

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